Mientras buscaba mi revista favorita, me encontré con
un libro que se llama Quiet. Me encantó. No tenía euros y no pude comprar, pero
me dejó una idea al leer un poco. Habla de la gente introvertida y su
crecimiento interior.
Increíble pero es lo
que necesito. Be quiet, silence, callar.
Si sería más fuerte haría un voto de silencio hoy y este
año. Pero ser introvertida no es lo que más me caracteriza. Además como
bien dijo el Sifu Rama, la mente es la
que más habla.
Entonces voy a hacer callar a mi mente. Sin olvidar la sensibilidad
y la compasión. Hacer el viaje interior, encontrar el centro.
Llegar al silencio real. Sin intelectualizar. ¿Quién habló?
Yo por supuesto. Y mi ego.
Y por eso no voy a hablar. Sino solo con Jesús. Él es El Alivio.
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