foto: Juliana García bajando del Antisana. Por Manuel Cobo.
Extracto de una carta de Iván Vallejo que me ha dado ánimos para soportar mi lesión:
"Porque sin importar las montañas que he subido me sentía inútil al andar con un solo pie. Porque se me hacía eterno cuando debía subir escaleras, si por desgracia el ascensor estaba fuera de servicio. Y mientras realizaba ese ejercicio, iba repasando, con gratitud, los miles de metros que había subido en mi vida en plenitud de condiciones y comprendí que esta prueba temporal era una suerte de regalo; que solamente era cuestión de esperar, con humildad y con paciencia, dejando que el tiempo, ese bálsamo que cura todas las heridas, cure la mía también.
A la cima de una montaña no se llega ni antes ni después, se llega en el momento justo, después del tiempo que tenía que pasar. En la bondad que tiene la vida tuvo la gentileza de obsequiarme tres semanas de yeso y otras tres de recuperación, por si acaso se me vaya a pasar por alto que las montañas de la vida se las consigue, sobretodo, con paciencia y con humildad.
Ahora estoy de nuevo en marcha, con mi pie recuperado y con las ilusiones intactas, como al inicio de mi pasión por las montañas".
Iván Vallejo, andinista y expedicionario
8 de sept 2009
www.ivanvallejo.com/somosecuador/news.htm
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