RUTA IMBABURA: volví a la provincia de los lagos a buscar la ruta precisa. Pasé por Otavalo en la noche para cenar pero aunque es una ciudad con full turismo, solo los bares estaban abiertos. En eso me recomendaron un restaurante “orgánico” con música electrónica, jazz y rock, que abría hasta las 10pm. Ahí comí pasta y fui a dormir a Ibarra.
Salimos a las 6h30 am con Patricio Mena (qué buena persona que es!) a Urcuquí, a 20 min de Ibarra. Qué lindo pueblo ubicado en una loma con una vista de 360 grados. Partimos desde el cementerio, por camino adoquinado en bajada, que se volvió de tierra. Ahí una buseta nos lanzó una nube de polvo (espero que el domingo no haya busetas). Luego tocó un empedrado y comenzó la buena ruta. ¡Qué belleza de paisajes! Un antiguo ingenio como pueblo fantasma, el valle de Salinas en la lejanía con todos los tonos de verde, los árboles de espino dando sombra, un aire tan puro. Se oían sapos, nada de viento, y el sonido del agua correr por los canales. Me sentí tan bien, libre y suertuda!
EL EQUIPO: Estuvo compuesto por Patricio Mena y sus atletas de élite: Pedro Ramos, quinto en Ruta de las Iglesias; César, campeón sudamericano de 10.000mts, Carlos, Juan, Diana y otra chica.
LA ENSEÑANZA: voy a cerrar cuentas cada año y dejar en orden todo. Como mi tío Juan, pero sin la premura de la muerte. Además voy a vivir ya no día a día, sino cada cinco horas, intensamente. Los atletas que conocí dicen que es mejor comer panela que power gel y toman cocacola con pan al terminar los 21k en vez de gatorade. Lo que noté es que saben disfrutar de la vida.
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