
Por el Padre Ángel Espinosa de los Monteros
Fuente: youtube
La mejor manera de prepararse para Navidad es tener bien claro qué es lo que queremos lograr esta Navidad.
Encontrarnos con nuestros familiares y seres queridos es muy bueno.
Vivir las festividades con paz, amor y cordialidad también.
Pero es importante que no perdamos el sentido propio de la Navidad. Nos hablan los entendidos de que hay tres venidas de Cristo a la Tierra: una hace más de 2000 años en que vino en cuerpo y alma; otra cuando venga a juzgar a los vivos y a los muertos; y la tercera cuando viene El a tu corazón.
De las dos primeras no tienes ninguna opinión, ya sucedió hace 2000 años y será un hecho cuando vuelva al final de los tiempos. Pero para que llegue a tu corazón, para que le abras la puerta, ahí si se te pide tu opinión, tu voluntad, tu amor.
Si quisiera hablar de qué desearía para ti en esta Navidad, diría que le abras la puerta de tu corazón a Cristo, que ya ha venido y ha tocando otros corazones, que ya está aquí para nosotros. Está todos los días en la Eucaristía, en las iglesias, en la vida de los santos y en cada persona que se identifica con El. ¿Está en tu corazón?
Eso es lo que te debe preocupar en esta Navidad.
Que Cristo venga a tomar posesión de tu vida, de tu alma, de tu corazón. Y así llevarte a tu auténtica plenitud.
Que podamos decir como San Pablo: “para mi, vivir es Cristo.”