Rezo por las personas que están en la cárcel, para que
resistan, salgan del mal y vayan hacia la luz. Por los carceleros que pueden ser instrumento
de curación y de esperanza para las personas que custodian. ¡Yo gozo de
libertad! no tengo pretexto para no exprimir cada día con trabajo productivo y
servicio a los demás. Con salir al aire libre, oír los pájaros, correr o solo
respirar.
Rezo por las personas que no pueden caminar o que están
enfermas. Que entren en su espíritu que está sano para sentir el amor, encontrar
ahí la salud y volar. Sentirse bien es normal. Pero es un privilegio como es la
libertad. Por eso no hay que permitirse un minuto de mediocridad, de
murmuración, de egoísmo.
Rezo por las personas que no conocen el amor o se han
olvidado lo que sentían cuando amaban. Que no pierdan tiempo buscando pretextos
para sus pequeños odios, justificación para ahorros mezquinos de caricias,
sonrisas, generosidad, amor. Yo amo. Estoy enamorada. De Dios, de los míos, de
mi tierra, de las maravillosas personas que pasan por mi camino. Amo tus muros
y sus espacios, amo tu jardín. Ahí es donde respiras, oyes, te mueves. Ahí es
donde amas y eres amado.
No escuches la mente y anda al corazón. Dentro de ti habita
el espíritu de Dios. Invádelo. Asiéntate con Él y sé feliz. Es normal ser
feliz. Tienes la obligación de ser feliz, porque la felicidad está dentro de ti
y el hilo conductor está lejos de encierros, enfermedades de alma, tiempos
mediocres. Es mucho más simple. Tienes que atarte a ese hilo y seguirlo. Vas a
llegar a un espíritu libre, puro, digno y amoroso.
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