LA SEGUNDA RELACIÓN MÁS IMPORTANTE: Tu pareja – parte 2
Fuente: cursos con Diego Galarza
La segunda relación más importante es la pareja. Es una
relación muy retadora.
Hay que buscar espacios para la pareja, no negociables.
Espacios de tiempo, de comprensión, de perdón, de actividades.
Solo cuando tengas una relación así con tu pareja serás feliz.
Sentir alegría continua, estar sensible a las cosas buenas,
más ambiciosa que nunca de las cosas buenas. Lo que tú crees, creas.
Esto da una amplitud impresionante, de sueños, de cosas por
hacer. Lo que tú crees, creas. Es una maravilla. Qué importante ser selectiva
en lo que crees. Por eso tan importante que enseñes eso a tus hijos.
El amor verdadero descarta ese amor romántico de la canción
de Fernandez o de Julio
iglesias. O de novela. Encuentra lo mejor. Ambiciona cosas buenas, de creencias profundas, de
pensamientos para multiplicar y construir.
Ese amor verdadero tiene destructores, absorben el amor y
dejan a cambio cosas que no son amor. Diego Galarza les pone el nombre de dementores por los personajes de Harry Potter
que cuando se acercan a una persona o cosa, le absorben todo lo lindo, bueno,
puro que tienen y deja lo malo que hay en esa persona o cosa, el despojo, el
dolor, el miedo, la tristeza. Y esas personas mueren con depresión. Pues
olvidan todo lo que es bueno, alegre. Se llaman también falsificadores activos
del amor. Son:
Necesidad: uno
cree que está enamorado porque necesita a alguien, porque no quiere sentir soledad.
Porque tiene miedo a la pérdida. No es amor verdadero. El amor verdadero no es
posesivo, porque uno no necesita poseer a alguien, Dios nos hizo completos. Si encuentras
alguien, eliges a esa persona para siempre y le conviertes en algo no tuyo,
sino que te unes a ese alguien. No hay medias naranjas, eres completo, lleno de
bondad y virtud. Fuiste creado por Dios, entonces tienes que ser completo y
perfecto. Y encuentras a alguien completo y perfecto.
Ese detractor de la posesión, de la propiedad, no debe dañar
tu amor. No tienes hambre de amor, el hambre es posesiva, el amor verdadero es
generoso, es como elegir en una carta maravillosa de un restaurante. Puede ser
el amor a un hijo, a tus padres. Si te vuelves posesivo te conviertes en dementor de esa persona y solo puedes
hacerle daño. Te unes a esa persona para construir juntos y para transmitir más
amor.
Otro dementor es el miedo: Tengo miedo de perderte. Te necesito, si te pierdo no seré yo mismo, me va a faltar un brazo sin ti, tengo que cuidarte y casi vigilarte para no perderte.
Otro dementor es el miedo: Tengo miedo de perderte. Te necesito, si te pierdo no seré yo mismo, me va a faltar un brazo sin ti, tengo que cuidarte y casi vigilarte para no perderte.
Dios tiene el amor verdadero. Nos ama de una manera
verdadera, inmensa, porque no nos necesita. Todo lo que haga va a ser bueno porque
nos ama de una manera única, verdadera.
Algunos refranes se vuelven creencias:
“Ningún comedido sale con la bendición de Dios.” Nos hacen
daño, impiden la generosidad. Jesús fue el mayor comedido de la historia.
“Más vale malo conocido que bueno por conocer.” Siempre hay
que conocer más, mejorar lo malo, ir por más, sin miedo. Moverse.
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