Desconectá la indiferencia
Al llegar a tomar el tractor-camión para poder entrar a Cabo Polonio, ves una serie de rótulos que te dicen que esta es una reserva de biosfera, que no ingreses plástico, que no hay electricidad, wifi, tv, con las justas agua y teléfono.
Es de los pocos lugares que todavía se resisten al urbanismo, la modernidad, el estándar de vida turística.
Si quieres vivir una experiencia primitiva fuera de molde, debes ir allá. Los paisajes más bellos y azules de la playa, las dunas de arena con la soledad y pureza del desierto, las casitas más extrañas con habitaciones vestidas con muebles extraídos de alguna película antigua, las rocas lunares y el faro como guardián de las noches pacificas llenas de mar. Y de amor.
No hay comparación con nada.
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