Pintura "Sierra" S. Cobo
Hoy corrimos 26 kilómetros por el “Chaquiñan”, un camino de tierra por donde pasaba hace no muchos años el tren, con pequeñas pendientes y bajadas y mucho terreno plano. Está rodeado de árboles, jardines, también zonas habitadas, hay 3 túneles mágicos y una vista impresionante del río Chiche. Su cañón es un profundo lecho del río sembrado de hierbas medicinales, flores y arbustos silvestres, perfumes, texturas, lo que uno quiera para que disfruten los sentidos.
El clima de primavera de los valles de la sierra ecuatoriana este año ha sido más veraniego por la falta de lluvias, pero un promedio de 22 °C (71 °F) es el clima del paraíso. Solo hay que ver CNN y comparar la diversidad de temperaturas de las capitales del mundo con la de Quito y sus alrededores y dices ¡quiero vivir ahí!
Y para completar la maravilla de la “Sucursal del Cielo” como llaman a nuestra ciudad, está la cercanía con las playas todavía poco exploradas de la costa (a 5 horas en auto), la Amazonía o selva (a 4 horas), la nieve de los volcanes (a 3 horas).
Para un deportista, entrenar en Ecuador es la mejor opción por la diversidad de climas, terrenos, paisajes y sobre todo la variedad de altitud: se puede correr, caminar, ciclear hasta a 4000mts (en el Limpiopungo, a las faldas del Cotopaxi); a 2300mts (en el Chaquiñán), a 3000 mts (en El Cinto en las faldas del Pichincha), a 1000 mts (en Mindo, la reserva más biodiversa del mundo), o a nivel del mar, ¡todo esto en 1 semana!
Terminamos nuestro trayecto con un desayuno espectacular en el Club Arrayanes, cerca del pintoresco pueblo de Puembo. Qué privilegio es poder correr, en buena compañía y en Ecuador!!
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