foto: planta de quinoa
Come más, duerme más y tiende tu cama cada día.
Cada vez encuentro más razones para comer bien. Claro que cuesta mucho acostumbrarse a eso. Los viejos hábitos son difíciles de matar. Por más promesas que hagamos, el fracaso es lo más común. Yo quise dejar de comer azúcar este año, pero es imposible.
¿Por qué unas personas tienen más fuerza para luchar contra la tentación y otros pierden? Caen en crisis familiar, comen mal, incluso pierden sus trabajos o van a la quiebra. El libro Redescubriendo la mayor fuerza del ser humano (Penguin Press, 2011), escrito por el psicólogo social de Florida State University Roy F. Baumeister, PhD, y el columnista de ciencias del New York Times, John Tierney, dice que en la actualidad nuestra voluntad está más exigida que nunca. Tu cuerpo debe llegar a tiempo al trabajo pero tu mente puede escapar a cada instante a través del click de tu mouse o de tu celular. Puedes acabar con tu presupuesto en un minuto comprando vía internet. Todas las tentaciones son fáciles de ganarnos en cuestión de segundos y en el 50% de nuestro tiempo alerta.
Tanto pensamiento, trabajo mental y toma de decisiones consumen la glucosa de tu cerebro, por eso caes en el consumo de azúcar y comida chatarra. Y si no te alimentas, pierdes aún más tu voluntad y caes en la tentación. Si no alcanzas a llevar alimentos nutritivos de tu casa, contrata comida sana a domicilio para que te lleven a la oficina.
Suma a eso el cansancio del día. Por esta razón es mejor no tomar decisiones abruptas en la noche.
Según Solvie Karlstrom, la clave para superar estas tres tentaciones de gastar, comer mal y discutir en la casa, es: alimentarse bien, dormir bien y tender tu cama. ¿Para qué tender la cama? Supongo que para dormir pronto y bien.
Fuente: www.rodale.com
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