Las madrugadas en que salgo a correr me siento fuerte. Recobro el poder. El día anterior puede haber sido un fracaso porque en el trabajo las cosas no fueron lo esperado. Puede ser que el típico “drainer” o extractor de energía se encargó de desbaratar lo planificado y todo o parte de mi esfuerzo se perdió. Hasta puede que me haya sentido enferma, débil o con dolor de cabeza o estómago. No importa. Al día siguiente me pongo mis zapatos y es como si me cargara con un dispositivo de propulsión. Empiezo a correr y me siento poderosa. Tengo el control. Soy superior.
Según Runner’s World, una de las grandes cosas acerca de Correr es que es un efectivo método para llegar del Punto A al Punto B. Lo malo es que la sociedad actual ha olvidado que correr es una manera limpia y verde de ir al trabajo, hacer diligencias, lograr otras tareas.
Esto va cambiando ahora que los precios de la gasolina suben y hay un enfoque en reducir la huella ecológica. Muchos corredores están viajando diariamente al trabajo a trote. De paso hacen más ejercicio o completan su rutina diaria. Tuve una cita con un doctor que me dijo que soy sedentaria. Le dije que troto cada mañana y dijo “pero desde las 9am no se mueve de su escritorio.” Es verdad… Así que ahora me he propuesto caminar al medio día y también moverme más dentro de mi trabajo. Esa es otra forma de bajar un poco de peso al quemar más calorías ya que no puedo hacer dieta porque me muero del hambre. ¡Y adoro comer!
Caminar es otro liberador de estrés. Tal vez no me ayude en mi record personal pero me sirve de cross training sin el impacto del trote. A los corredores no nos importa si llueve o es oscuro. Un factor que nos molesta es el calor y el sol extremos.
“Correr me ayuda a poner todo en perspectiva. Es bueno para el cuerpo, la mente y el ambiente.” McDonnell.
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