Es muy difícil definir qué es un buen vendedor, sobre todo hoy en día, en plena crisis. Lo que sí es cierto es que buenos vendedores (como los payasos!!) además de conseguir “habitualmente” sus objetivos y metas tienen un modelo de trabajo parecido y estilo común que se podría resumir en 7 puntos:
1. Tienen una misión.
Trabajan para conseguir algo que está más allá de las recompensas económicas. Tener un propósito les mantiene en marcha y les permite afrontar las dificultades.
2. Dan gran importancia a los detalles.
Saben que la desorganización es el gran obstáculo de la venta por eso prestan mucha atención a cada aspecto de la relación comercial.
3. Son muy empáticos.
Están muy focalizados en las necesidades potenciales del cliente. Ven sus problemas y les ayudan a encontrar una solución. Comprenden su frustración y les demuestran que su producto o servicio les ayudará a tener, ser o hacer lo que buscan.
4. Se orientan a alcanzar una meta.
Tienen claro quién quieren ser y qué quieren tener y hacer. Dividen sus objetivos en tramos y partes manejables para que lleguen a buen término.
5. Tienen un plan de seguimiento al cliente.
Mantienen activa la comunicación con sus clientes. No es necesario que se les venda nada, sólo hay que mantenerles al corriente sobre el producto o servicio.
6. Solucionan los problemas sin demora.
Devuelven las llamadas lo antes posible para averiguar los detalles de lo que ha causado un problema. Tienen muy presente que retrasar la respuesta a un conflicto sólo creará más complicaciones.
7. Tienen una actitud calmada, humilde y competente.
Deben transmitir una imagen de persona positiva y competente. A nadie le importa qué día tienes. A través de su imagen deben garantizar a sus clientes que es sensato y beneficioso hablar con ellos porque encontrarán la solución más adecuada.
FUENTE: www.angelbonet.com
FOTO: paraíso infantil
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