Fuente: Julie Morgenstern Organizing System
La Navidad y el nuevo año nos dan infinidad de posibilidades y oportunidades. Es como entrar a un almacén de chocolates… ¿qué escogemos?
También es fácil perderse en las responsabilidades diarias y olvidar nuestros propósitos y sueños porque contamos solo con 24 horas. Las demandas urgentes nos hacen posponer lo que es más importante.
La clave es planificar. Tú tienes el poder de elegir, de empoderarte e influenciar en el curso de tus días.
• Comienza escribiendo (con linda letra o en el computador) tus planes, proyectos y propósitos. Elige POCOS.
• Ten UNA SOLA agenda o cuaderno. No te llenes de papelitos.
• Reserva una cita contigo mismo cada semana. Ahí revisa los avances de tus planes y propósitos. Ten BALANCE: familia, trabajo, espiritualidad, vida social, mente, comunidad.
• Revisa cada día si cumpliste la lista de tareas. Lo que no terminaste pasa al día siguiente o solo BORRA si no era importante.
• Identifica tus ciclos de ENERGÍA: las mañanas/tardes/noches son mejores para reuniones/trabajo de oficina/pagos/creatividad. El peor momento es…
• SIMPLIFICA. Reconoce los límites de tiempo, salta pasos, delega, di NO a montón de asuntos irrelevantes. Pregunta: ¿hay una forma más rápida de hacer esto?
• Sé eficiente, pero ojo: es preferible COMPLETAR una tarea (aún si está imperfecta) a no hacerla nunca.
Este año aprendí algo: hay que dar a cada cosa su tiempo. Está comprobado que hacer dos cosas mentales a la vez reduce significativamente la fuerza de la mente para concentrarse en una u otra, y finalmente daña la calidad del producto final. Y te estresa.
Mmm la vida es un almacén de chocolates!!
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