50K The North Face Endurance Ultra
Primero me acordé de mi mamá que nos llevaba por esos
caminos de páramo. Nos hacía ver las flores, los pájaros, oler el eucalipto, el
pino, probar las niguas, moras silvestres, los chímbalos. Luego pensé que esa
es la vida más simple y más linda que se puede tener. Y cuando llegaba el
cansancio y los dolores de piernas me decía: tengo que llevar el mensaje a
García…. Tengo que llegar y entregar el mensaje a García.
¿Y cuál era el
mensaje? Decirles a todos que tenemos que volver a la esencia. Que cuando
duden, teman, sufran, vayan a la montaña y encontrarán la respuesta, que esa es
la forma de actuar: simple y sin complicarse, sin enredos.
Y cuando más me dolía en el kilómetro 35 dije: no quiero
correr más esta salvajada, lo mío es 20k ¡máximo! Y qué meta me voy a poner entonces
si quería correr la Misión y el Mont Blanc. Ya no me interesan los Ultras.
Puedo dedicarme a Run Ecuador y a soñar con ir a Santiago de
Compostela. Y me reía porque mi mensaje personal a García era que quería ir con
él y que iba a hacer lo posible por tener el físico, suyo y mío, para caminar 3
semanas seguidas.
Y cuando volví a gozar porque me llegó la fuerza
superpoderosa, me olvidé del mensaje y solo gocé.
Pero duró poco.
Volvía el
dolor y el cansancio y decía: ¿cómo llegó el soldado con el mensaje a García? ¡Llegó y murió!
Así voy a llegar, muerta pero doy el mensaje.
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