Me di cuenta de mi faceta de mamá-monetaria cuando mi hijo
de 3 años me dijo: “Mamá, necesito ese carro” y señaló un Ferrari rojo que se
deslizaba como un rey por la calle.
Le contesté: ¡no necesitas ese juguete!
Y entre mí pensé: ¡no puedo pagar ese juguete!
Y él bebé siguió: ¡Quiero ese carro! Cómprame con tu
tarjeta.
Eso comenta Neale Godfrey en el artículo “Momento monetario
en que aprendí que soy una mamá” de LearnVest, y lo señala como la primera vez
en que se planteó la educación monetaria a sus hijos.
Neale considera que hay que parar esa tendencia de los hijos
de pedir y pedir. Pero con mucho cuidado
al enviar los mensajes acerca del valor del dinero y su actitud frente a éste.
Mi papá (que era casi una mamá por su protagonismo en
nuestra vida hogareña) siempre nos dio alas para volar. Si una de nosotros
decía por ejemplo: “quiero estudiar equitación en Suiza”, él no decía: ¡¡imposible!!
No tengo plata para eso. Sino que decía: vamos a ver qué se puede hacer, y
traía información de la embajada de Suiza para que su hija siguiera soñando.
Antes no había internet y esa era su manera de abrir nuestros horizontes de una
forma auténtica e inteligente (hoy se llama “visualiza tu sueño”).
Y dio buenos
resultados. La hermana en cuestión se fue con una beca a Europa con un grupo de
estudiantes y se quedó varias semanas en Suiza. Lo más seguro es que se había
olvidado de los caballos, pero ya estaba equipada para viajar desde que era una
niña.
Tal vez mi tendencia a soñar proyectos que parecen
descabellados venga de mi papá. Pero muchos de éstos los he cumplido y no tengo
ningún problema de dinero: tengo poco que es lo suficiente.
En el artículo de Godfrey, otras mujeres cuentan sus momentos monetarios frente a su rol de madre. Por ejemplo cuando tuvieron que pagar por primera vez el ortodoncista. O cuando comenzaron a duplicar todos los gastos con la llegada del segundo bebé. También la primera enseñanza de ahorro para el hijo que recibió un regalo en dinero.
Los momentos monetarios con mis hijos –que ya son grandes- han
sido un poco casuales e informales, hasta desprendidos. Pero según ellos siempre de "vacas flacas”. Por suerte dicen eso riéndose de mí.
Algo que tengo claro es que el dinero no debe
ser un arma que lesiona ni la autoestima, ni la creatividad pero tampoco la
humildad.
Los momentos monetarios son una oportunidad para enseñar a
manejar bien el dinero:
·
aprender de dónde proviene;
·
para qué sirve;
·
en qué peldaño se ubica dentro de la escala de
valores de una familia;
·
aprender que el dinero es un medio, no un fin;
·
y sobre todo, que no dependes de éste para
soñar.
¿Qué momentos-monetarios vives con tus hijos?
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