Un curso
milagros II
Quiero ver.
La visión no le cuesta nada a
nadie.
Tan solo puede bendecir.
“Por encima de todo quiero ver las cosas de otra manera”.
“Dios está en todo lo que veo”.
Dios está en todo lo que veo
porque Dios está en mi mente (la verdadera Visión no se limita por conceptos
como cerca o lejos)
“No soy víctima del mundo q veo”. Y yo cambio esta frase por: soy la transformación de este mundo.
“Permítaseme reconocer que mis problemas se han resuelto”. ¡Qué libertad de frase!
“Yo he inventado este mundo”.
He inventado el mundo que veo. Déjalo
ir y respira. Lo más productivo es respirar.
“Lo único que le confiere al ego poder sobre ti es la lealtad que
le guardas”.
Sin embargo cuesta tanto dejar de
servirle al ego. Otra vez, lo más productivo: respirar.
“Podría ver paz en lugar de esto”. Esto me repito miles de veces al día. ¡Cómo salva!
“Mi
mente es parte de la de Dios. Soy muy santo”. Si
soy de Dios, soy santo?
“Mi
santidad envuelve todo lo que veo”. Si soy santo, tengo el poder de la
santidad en el mundo.
“Mi
santidad bendice al mundo”. Repetir y repetir para salvar el
mundo.
“No
hay nada que mi santidad no pueda hacer”.
“Mi
santidad invierte todas las leyes del mundo”. Puedo
invertir las leyes. Debo invertir las leyes.
“No
hay nada que mi santidad no pueda hacer porque el poder de Dios reside en ella”.
Puedo incluso contagiar santidad, bendecir y contagiar.
“Mi
santidad es mi salvación”. Porque
vino de Jesús que nos salvó. Si él murió por nosotros nos salvó a todos. Y si
somos hijos de Dios somos santos.
“Soy
bendito por ser un hijo de Dios”. Mis pensamientos no amorosos me
alejan del Cielo. Aunque soy heredera del cielo, me alejo por mi propia cuenta.
Reniego o acepto ser su hijo.
“Dios
va conmigo donde quiera que voy”.
“Dios
es mi fortaleza. La visión es su regalo.”
Mi visión en el mundo es contagiar
wellness/bienestar a todos. Es que amen el Ecuador como lo amo y que vayamos
corriendo por todo el país sin dejar mas huella que nuestros zapatos de trote. ¿Es
esta la visión de Dios? Creo que sí.
“Es Su fortaleza no la mía. Es su poder y su visión”.